CONCEPCION Y EVOLUCION | HISTORIA


Los porcentajes empezaron a subir, en tanto Brisco pasaba de un galope a un simple trote. Expediente X comenzó a dar señales de vida en enero y febrero, ascendió poco a poco desde abril a mayo y alcanzó un porcentaje del 8.8 con el episodio final de su primera temporada.

Grushow indica que, al enterarse de la reacción del publico ante Expediente X, la cadena aumentó la promoción al instante. El ejecutivo afirma que aconsejo al Departamento de Publicidad hacer hincapié en “los aspectos escalofriantes y aterradores de la serie” y de ahí surgió el lema promocional de la primera temporada: “No la vea solo.”

En realidad, una ojeada a las estadísticas Nielsen engaña sobre el éxito del programa en su primera temporada Expediente X terminó la temporada 1993-94 en el puesto 113 de las 132 series emitidas en las horas de máxima audiencia. Sin embargo, debe tenerse en cuenta el hecho de que se emitía los viernes (una noche en que poca gente en general, y espectadores jóvenes en particular, se quedan en casa para ver la televisión), y que superaba habitualmente los porcentajes del programa que lo precedía. Cuando corrió la voz, Expediente X fue vista por un considerable número de espectadores jóvenes y cultos, grupos que merecen un premio cuando la cadena vende tiempo a los patrocinadores.

Si bien el piloto era “exactamente lo que yo quería”, Carter asegura que el curso seguido por los episodios posteriores le ha sorprendido sobremanera. Considera Squeeze (la tercera entrega, protagonizada por el hombre elástico Eugene Tooms, devorador de hígados que emerge cada tres décadas para cometer asesinatos) una especie de hito, en el sentido de que abandonó a los alienígenas para demostrar que el material contenido en la bolsa de trucos de Expediente X era ilimitado.

La Fox se sintió igualmente complacida al descubrir que Expediente X podía abarcar más de una idea. “El primer año analizamos el programa en profundidad -explica Greenblatt-. No queríamos convertimos en el programa de los ovnis”.

Las buenas críticas también aumentaron a medida que avanzaba la primera temporada, y llegaron alabanzas de fuentes tan improbables como The New Yorker, que describía la serie como “poseedora de las características de un clásico” y “tan aterradora como The Twilight Zone, y mucho más sensual”. Ganar el Globo de Oro a la mejor serie dramática y recibir la primera nominación para el Emmy a la mejor serie dramática que conocía la Fox Broadcasting, todo ello durante su segunda temporada, sentó las bases para considerar que Expediente X, tomando prestada la frase, no era el programa de ficción científica de tu padre.

Pese a su limitada experiencia en supervisar series como productor ejecutivo (sobre todo con un programa tan complejo como Expediente X), Carter opina que ciertos atributos (trabajo duro, naturaleza obsesiva, experiencia en dirigir una revista y, tal vez por encima de los anteriores un “miedo al fracaso” muy, motivador) le beneficiaron mucho, En palabras de Greenblatt, “fue una de esas raras ocasiones en que nació un director de programas”.

Carter también realizó lo que él denomina “grandes elecciones contractuales” cuando, con la ayuda de Roth, reunió a un equipo de escritores entre los que se contaban los coproductores ejecutivos Glen Morgan y James Wong, socios desde hacía mucho tiempo y qué habían escrito guiones para programas como Los nuevos policías y Wiseguy para Cannel Productions, cuando Roth trabajaba allí (de donde había salido para crear su propia serie, Space: Above and Beyond), así como los productores de supervisión Howard Gordon y Alex Gansa, cuyas credenciales incluían la aclamada serie de CBS Beauty and the Beast.

Esas tres unidades de guionistas se encargaron de veinte de los veinticuatro episodios de la primera temporada y lograron alejarse del tema de los alienígenas para incluir peligros tales como contorsionistas come hígados, ordenadores pensantes, clones malvados, asesinos psíquicos y poltergeists. De hecho, Morgan y Wong aportaron algunos de los trucos y personajes más memorables de la serie (los Pistoleros Solitarios, Skinner y Tooms entre ellos), además de su experiencia como productores. De esta forma, Carter y compañía convirtieron lo que había sido una idea limitada en uno de los programas más eclécticos y originales de la televisión.

Otro acontecimiento inesperado en la evolución de la serie fue el embarazo de Anderson, que se produjo en un momento crítico del ciclo del programa y sembró el pánico entre los ejecutivos por lo que podía significar para la planificación de la serie, sobre todo para la relación de los dos protagonistas. “Como ejecutivo, si no te preocupabas en aquel momento, es que no tenías sangre en las venas -bromea Grushow-. La cuestión estribaba en cómo convertir una desventaja en, primero, una no desventaja, y segundo, en una posible ventaja.”

“Como que todos estábamos muy preocupados” comenta Roth, para añadir que se desecharon varias posibilidades (incluida la de que Scully diera a luz un bebé alienígena), antes de concretar la historia, narrada en los memorables episodios Duane Barry, Ascensión y Un respiro, que explicaban el papel limitado de Anderson. La trama implicaba cerrar la unidad de los expedientes X al final de la primera temporada para separar a Mulder y Scully, de tal modo que ésta resultara abducida y fuera más tarde encontrada en coma. Anderson sólo dejó de aparecer en un episodio (3, el relato del vampiro excéntrico) durante aquel período, y se reincorporó al trabajo tan sólo unos días después de haber dado a luz mediante cesárea.

PAGINA SIGUIENTE »»


PAGINAS

1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9


HISTORIA


OTROS LINKS


 



© copyright 2008
La mayoría de las fotos, personajes e historias son propiedad intelectual exclusiva de la Twentieh Century Fox Film Corporation [http://www.thexfiles.com], por lo que este sitio no es oficial y pretende ser un homenaje de fans al programa de THE X-FILES.