ENTRE BASTIDORES | HISTORIA
No es sorprendente que la oficina de Carter sea la mayor del edificio. El mobiliario se compone de un sofá, una mesa de conferencias y un escritorio desmesurado, y las paredes están decoradas con artículos, carteles y demás parafernalia de la serie. Carter teclea en un ordenador portátil-cuando tiene la oportunidad de escribir (se esconde de vez en cuando en algún sitio para que no le molesten) o hablan por teléfono con el equipo de Vancouver. Sobre su escritorio descansa un tarro de cristal cubierto con una bolsa de papel. Al retirarla se observa que el tarro contienen algo parecido a un feto alienígena. El tarro y la bolsa (en que aparece escrito: "Dios mío, Mulder. Intenta comunicarse.") fueron regalo de Jeff Vlaming, quien, de una manera bastante emprendedora, portó el objeto consigo cuando el en otro tiempo escritor de Northern Exposure se presentó para entrevistarse con Carter con la intención de formar parte del equipo de guionistas de la serie.
Parte de la mañana se dedica a la reunión habitual con los escritores, y todos los miembros del equipo (vestidos la mayoría con tejanos o pantalones cortos, indumentaria habitual de la profesión en un día caluroso en el sur de California) repasan el guión de la semana, conforman el rompecabezas y los cuatro actos. Es la cuarta reunión que se celebra sobre este guión en concreto, y el guionista de la entrega desarrolla toda la historia en una pizarra de uno veinte por uno cincuenta, señalando los "golpes de efecto" de cada acto con fichas, que varían entre nueve y once. Cada ficha, de siete y medio por doce y medio centímetros, contiene un resumen de lo que sucede en la escena, con descripciones como "S. dice asesinato, M. piensa que es otra cosa", o "Gen. oye grito escalofriante; ve figura".
Los demás escritores discuten los diversos elementos y aportan sugerencias para depurar la historia y procurar que quede claro, como suelen repetir, "cuál es el The X Files" de ese episodio. Pese a la necesidad descriptiva, Carter insiste además en que el ritmo no debe decaer y que ha de haber acción durante la hora (o más concretamente durante unos cuarenta y cuatro minutos menos la publicidad) que se les concede "Procurad que no decaiga la acción", aconseja.
En ocasiones se sugiere que se pase un poco de acción del segundo acto al primero, con el fin de alcanzar la sensación de ritmo adecuada. La maniobra exige volver a configurar los elementos de la trama, pero una vez esbozados, el productor y los demás escritores se muestran satisfechos. "Me parece bien así", opina Carter antes de pedir al guionista del episodio que lo reescriba.
Los compromisos diarios de Carter no han hecho más que empezar. A la reunión con los escritores sigue lo que se conoce como "reunión de concepto", una teleconferencia con el equipo de Vancouver para abordar diversos problemas de producción antes de empezar a filmar un nuevo episodio. Carter, Beck, Rabwin y otros se congregan alrededor de la mesa de la oficina del productor. El día en cuestión, el equipo intenta imaginar cómo representar un búfalo blanco, preocupados al averiguar que, debido a las leyes de protección de los animales, no pueden sedar un búfalo, ni siquiera reñirlo. Semanas después, en Vancouver, el problema no ha sido aún resuelto, y es probable que los productores utilicen una cría de búfalo o buey (una de pelaje más claro) y empleen trucos de cámara para blanquearlo más.
Otros problemas se refieren al número de extras que pueden contratar. Carter declara que le encantaría ver una "verdadera turba" de hombres armados en una escena concreta. "o tantos como nos permita nuestro presupuesto", dice a Vancouver. Las decisiones sobre el reparto engendran preocupaciones similares, pues el número de actores que han de volar desde Los Ángeles es otro asunto que hay que considerar en relación con el presupuesto.
Como el dinero siempre es un problema, y el tiempo un lujo de que el equipo suele carecer, la clave reside en la capacidad de hacer concesiones y recurrir al ingenio. Por e ejemplo, Carter pide al responsable de localizaciones que encuentre un paraje visualmente interesante, "y el guión se adaptará a él".
Los productores también se enorgullecen de encontrar medios de extraer recursos para luego desarrollar diferentes métodos de capacitarlos. Un caso concreto fue logar que el equipo tuviera acceso a un destructor de la marina canadiense utilizado en tres episodios diferentes, entre ellos Død Kalm en que Mulder y Scully envejecen rápidamente, y End Game la segunda de una historia en dos partes que trata de un cazador de recompensas alienígena. Es divertido, opina Carter "Crear algo de la nada".
Los episodios han de urdirse hasta el último detalle, en parte porque Carter es un perfeccionista, en parte porque los seguidores de la serie la examinan minuciosamente, analizando todos los aspectos concebibles. Uno de los problemas suscitados residió en el atavío que debían lucir unos indios, procurando ser lo más fieles posible a las costumbres tribales. (Un grupo navajo se quejó porque en el episodio titulado Anasazi un personaje llevaba el cabello largo, algo que los ancionos de su tribu no suelen hacer. Poco después Carter visitó una reserva de navajos y asistió a una de sus ceremonias.)
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