SONGS IN THE KEY OF X

Notas de Chris Carter (Tomado de la página de WBR)

Aquí voy, en busca de contexto y moraleja, razones y fundamento, ¿Por qué un álbum de The X Files? Por qué efectivamente. ¿Hemos sucumbido a la sucia enfermedad de los hacedores de dinero que ven señales de dólares como un sueño apasionado, un mar sin fin de dinero sellado con un el símbolo “X”; como una araña para las moscas del nuevo orden de Internet, para aquellos que la riqueza es su propia lógica impenetrable, en una palabra razonamiento?

Pero tal vez estoy exagerando. Está bien, estoy nervioso. Nunca antes había producido un álbum. Como muchos de ustedes, he sido más que feliz en mi papel de consumidor y honestamente puedo decir que la música, específicamente rock and roll, me dio más que el acentuamiento del Big Bang en mi universo moral durante los años 70. Dos incidentes semi relacionados, de hecho, me enseñaron lecciones de vida que ningún padre o doctrina podría esperar hacerlo. El primero fue una prueba de mi joven audacia. Incitado por mis compañeros de clase, intenté y logré sacar del K-Mart local los discos de Steppenwolf y Led Zeppelin. Sólo que al salir de la tienda me encontré con que mi bicicleta había sido robada durante el robo. La otra ocasión (los detalles son muy vergonzosos, de hecho) tiene que ver con el disco de mi padre Whipped Cream and Other Delights de Herb Alpert and the Tijuana Brass.

Pero de regreso a la música, como dirían. Haciendo memoria, en 1994, durante la primera parte de la segunda temporada de The X Files, una canción llamada “Red Right Hand” fue usada como pista de fondo para el episodio llamado Ascension. Esta fue la primera vez, si no cuentan el cover del clásico de Bobby Darin “Beyond The Sea”, que usamos algo más que la etérea música de Mark Snow como fondo para el programa. Escuché la canción en una radio alternativa una noche mientras manejaba a casa después de una sesión de edición del programa. La amé al instante, y por los siguientes meses sometía a cualquiera que viniera a mi oficina a escucharla, tenia un efecto hechizante en mí y me encontré poniéndola de fondo cada vez que me sentaba a escribir. Parecía destinado a encontrar una manera de meterla dentro del programa, eventualmente se convirtió en la canción que se escuchaba en la radio durante la fuga de Duane Barry.

Meses más tarde. Buscando música nueva, nueva inspiración para mí y en lo que William Gibson llama el programa de “florida imaginación”, estaba atrapado con la idea de este álbum. Con la ayuda de varias personas, una especie de concepto apostólico tomó forma: música inspirada por el programa así como una inspiración para el mismo. Una distorsión musical de la primera ley de la termodinámica. Mientras estoy escribiendo esto, obligo a los de la oficina a escucharlo. Sonriendo como un gran jugador furtivo, preguntándome si puedo hacerlo otra vez sin que me atrapen.

Gracias a:

Mary Astadourian, David Duchovny, Gillian Anderson, los escritores, productores y personal de The X-Files, Peter Roth, Ken Horton, Geoff Bywater, JTTO, Matt Walden, Joanne Service. Agradecimientos especiales a Dori Carter.

CHRIS CARTER, Febrero 1996

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